miércoles, 1 de febrero de 2012

El zorrito bandido de Futaleufú

En la caliente tarde que vistamos Los Pozones del río Futaleufú (ver más abajo) tuvimos un simpático encuentro con un representante de la fauna silvestre patagónica. Cuando volvimos al improvisado estacionamiento (donde nos esperaba nuestra Toyota 4Runner) se apareció, detrás de otros autos, un zorro colorado, pedigüeño de comidas. Tuvo un comportamiento no muy común para su especie, pues se acercó a menos de 15 centímetros de la mano de Ana Lucía para apropiarse de un trozo de torta y luego alejarse de un salto. Un residente de la zona, empleado del Parque Nacional Los Alerces, nos comentó que es una conducta habitual en este animalito, ya acostumbrado a llamar la atención curiosa de los visitantes, dejarse fotografiar y, a cambio, recibir algún alimento que para su dieta se trata de una golosina. Es que, como dice el dicho, el zorro sabe por…. viejo, pero más sabe por zorro. ¿No era al revés?


Para quienes les interesan los datos precisos, el zorro colorado es el “Licalopex culpaeus”, el segundo cánido viviente más grande de Sudamérica, sólo superado en tamaño por el ‘lobo de crin’ o ‘aguará guazú’. No existe peligro de extinción, pero es una especie protegida. Se lo considera “el gran cazador de las pampas” por su agilidad; es un fuerte predador de las majadas de ovejas, atacando las crías pequeñas y sólo tiene un adversario natural: el puma.




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