miércoles, 2 de mayo de 2012

De nuevo por Palena, para un encuentro de escritores

Un mensaje por Internet, una inesperada invitación y muy pronto el entusiasmo por la idea: viajar nuevamente desde Carmen de Patagones hasta Palena, Chile. Bernardita Hurtado Low nos proponía el encuentro, para los días 27 al 29 de abril, con la participación de un grupo de escritores de la Patagonia de las dos naciones, un común denominador geográfico y muchos temas para compartir.
Allá fuimos entonces!!! El viaje en nuestro auto fue raudo (salimos de casa a las 6,45, el jueves 26, y poco después de las 18,30 ya estábamos en Esquel) y en la mañana del viernes 27 una combi de la Municipalidad de Palena nos trasladó hasta el simpático pueblo chileno que nos estaba esperando. El contingente argentino (de esa partida) lo integramos Nilda González, Patricia Cilio, Gustavo De Vera, Bruno Méndez (todos escritores, los tres primeros de Esquel, el cuarto de Trevelin), Dalia Chaina (bibliotecaria) y este cronista, de Patagones.  En Palena ya nos aguardaban, además de Bernardita, los chilenos Patricia Medina Borquez (cronista, bibliotecaria) y Neftali Silva (folclorista) llegados desde Maullín; y las poetas Elsa Pérez Carrasco y Alejandra Wolleter, de Puerto Montt. También estaban la poeta Silvia Mellado (Neuquén) y el grupo teatral musical "Viruta y Sudor" (de El Bolsón) integrado por Violeta Bergero, Jorge Lebiker y Pablo Blitzer. El sábado arribó, desde San Carlos de Bariloche, otra escritora argentina: Verónica Merlin.
Nos metimos por las prolijas y luminosas calles de Palena, cobijados por un maravilloso sol otoñal. En el corazón de la Plaza de Armas brotaron las canciones (chilenas, en particular, y latinoamericanas en general) y cuando de la guitarra de Neftalí (¡enorme nombre para el amigo cantor y músico!) y de la garganta de Patricia arrancó el capítulo de las cuecas un grupo de chiquillos se acercó y dos de ellos se brindaron en el baile, como en una postal de amistad.
El encuentro tuvo distintos momentos. Hubo talleres en la escuela de Palena, una charla en la radio local, la visita a una exposición de artesanías (cerraba un taller del verano), un acto formal de presentación de libros y autores (en la biblioteca de la misma escuela); una mateada literaria y función de títeres en la escuela de campo del paraje El Malito... pero sin dudas la situación más emotiva fue cuando, en el mediodía del sábado 28, realizamos un "piquete poético" sobre el puente del Río Encuentro, precisamente en el límite internacional entre Argentina y Chile.

Después de agruparnos, y tras la selección de dos poemas (uno de Bernardita Hurtado Low y otro de Gustavo De Vera) nos colocamos sobre uno de los laterales del viaducto y se hizo un "pasavoces" con la lectura colectiva de las obras. Aquí va la secuencia completa, (lectura de Gustavo) tomada fotográficamente por Dalia.
 
Más tarde hubo lecturas libres, Bernardita nos recitó uno de sus poemas sobre Palena; Verónica, que se encontró con el "piquete" en medio del puente, nos regaló su poema sobre los escritores de la Patagonia; y este cronista leyó una página de Ramón Minieri, de su libro "Las piedras, el agua".
Este nutritivo Encuentro Binacional de Escritores de Palena estuvo magníficamente organizado por su gente, con el apoyo decidido del Alcalde Víctor Hugo Alvarez Velázquez (abajo en la foto, en el cierre y entrega de certificados) y la colaboración de Clarita y Galo (propietarios de la hostería y restaurante en donde nos alojamos y comimos bien rico).  Todos ellos buena gente!!!
Pero hubo un escenario muy especial para el Encuentro, el sitio donde nuestros cuerpos y almas tuvieron especial regocijo: la casa de campo del paraje El Malito, donde fuimos espléndidamente atendidos por Bernardita y su esposo Francisco "Pancho". Las caminatas por el parque, con el susurro del río y el compás de las hojas secas debajo de nuestras suelas; el cielo dibujando las noches; la calidez del fogón en el quincho o de la estufa en la cocina; el delicioso asado de cordero; las sopaipillas de la tarde; y el abundante desayuno antes de la partida. Hubo cordialidad y charlas, lecturas compartidas y humor... hubo vida, literatura y vida, buena gente y palabras, vino "navegado" y pisco mango, mates... amistad. ¿qué más se puede pedir?
Para el final de esta crónica: una inspirada (hip!) copla surgida de la creatividad de este corresponsal:
PALENA ESPERA/ BERNARDITA INVITA/ YO VENGO DE AFUERA/ Y ME QUEDO CERQUITA...