domingo, 22 de noviembre de 2009

Un encuentro de talentos, tres miradas profundas sobre nuestro sur

En la imagen aparecen, (izquierda a derecha), el poeta, cronista e historiador Ramón Minieri (vive en Río Colorado), la traductora de inglés Caroline Holder (argentina, radicada hace 36 años en Gran Bretaña) y el poeta, narrador, cuentista e historiador Elías Chucair (patriarca de las letras de Ingeniero Jacobacci).
El encuentro fue en los primeros días de noviembre cuando Caroline y Ramón realizaron el segundo viaje de reconocimiento de los territorios descriptos por la niña inglesa Mollie Robertson en su libro "The sand, the wind and the sierras. Days in Patagonia" (ver abajo, en este mismo blog).
Tres talentos, desde perspectivas diferentes, con miradas distintas y un mismo interés: los temas de la Patagonia. Un verdadero privilegio, el del autor de este blog, el haber sido testigo y protagonista de la reunión; en la intimidad de la biblioteca de don Elías, compartiendo un vermú en su cocina (con su esposa Elsa, también), en las mesas de cálidos restaurantes de Jacobacci donde el viento frío de aquellos días no tenía permitida la entrada. ¡Cuántos buenas historias de nuestro sur nos contó el amigo Elías!

sábado, 14 de noviembre de 2009

Caroline y Ramón estuvieron de visita en el cañadón de las pinturas

Caroline Holder y Ramón Minieri estuvieron de visita en el cañadón de las pinturas (ver abajo una somera descripción) con motivo del reconocimiento topográfico realizado, en los primeros días del mes de noviembre, de aquellos sitios mencionados por la inglesa Mollie Robertson en su libro "The sand, the wind and the sierras; days in the Patagonia" (La arena, el viento y las sierras; días en la Patagonia) que Caroline traduce al español.

Un descubrimiento: las pinturas del "cajón de Mairal" al oeste de Huanuluan

Al oeste de la estancia Huanuluan, a unos 60 kilometros de Ingeniero Jacobacci, en el sur rionegrino, se encuentra el sitio conocido como "el cajón de Mairal". Es una depresión del terreno mesetario, de unos 7/8 metros de profundidad sobre el borde del terreno (a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar) por donde se desliza un arroyo, que nace allí mismo al pie del roquedal en una vertiente natural. El lugar tiene una enorme belleza y conserva un tesoro pretérito de singular valor: pinturas rupestres con unos 2.200 años de antiguedad (según estimaciones comparativas con otros yacimientos arqueológico revelados) a las que se llega descendiendo por un sendero escarpado. El campo pertenece actualmente al "Negro" Díaz, en su establecimiento "Los Sauces", pero los pobladores más antiguos lo conocen como "lo de Mairal" que fue su propietario en los años 40; y antes aún, como "lo de Turconi" que era su ocupante en los años 20 del siglo pasado. El "cajón de Mairal" se encuentra al sudoeste de este mallín. Todo el paisaje de la zona es de una gran belleza y se puede visitar, previo contacto con la familia Díaz, que ofrece alternativas de eco turismo rural, con una cabaña confortable con capacidad para 4 personas y la posibilidad de disfrutar de exquisiteces caseras como chorizos, jamón de ciervo y dulces.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tras las huellas de Mollie por Huanuluan

Caroline Holder (en la foto, a través de la rueda) volvió al país. Es argentina de nacimiento pero hace más de 36 años que vive en Inglaterra, en donde se radicó en 1973 para estudiar el idioma sajón en profundidad. Allá, en el 2006, descubrió el libro con las memorias de una niña inglesa, Mollie Robertson, que pasó algunos años de su infancia, entre 1919 y 1922, en las estancias de Talcahuala (cerca de Sierra Colorada, Río Negro) y Huanuluán (entre Ingeniero Jacobacci y Clemente Onelli, también en la meseta sureña rionegrina) donde su padre fue mayordomo y administrador. La traducción de "The sand, the wind and the sierras" (La arena, el viento y las sierras) comprometió a Caroline en el estudio a fondo de los temas de la Patagonia. Se puso en contacto con el historiador Ramón Minieri (autor de "Ese ajeno sur", una obra de análisis de las estancias británicas y su estructura de coloniaje) y quiso conocer en directo el escenario de las aventuras infantiles de Mollie. Por eso vino en el otoño del 2008 y volvió en esta ventosa y fría primavera del 2009. Para seguir tras las huellas de aquella niña, para bucear en su historia y recortar su figura en el paisaje de árida soledad. La acompañaban Ramón Minieri, analista de la historia; y el autor de este blog, un simple cronista.
Caroline disfrutó el contacto con cada rincón de la estancia Huanuluan, que ya no es un paraíso de producción como lo fue hace 90 años, pero todavía ofrece vestigios de su antiguo esplendor . Junto con Bibiana Buzzi, directora del Instituto Técnico Superior de Turismo de Jacobacci, y algunas de sus profesoras, se recorrieron algunos sectores tan importantes como el viejo galpón de la esquila. Este sitio, en donde la niña Mollie correteaba entre los fardos de lana, fue el corazón productivo de Huanuluán. Hoy todo es silencio y quietud, sólo alterados por el zumbido del viento sobre el techo de chapa. Don Juan Chuburu, ocupante de una parte de las instalaciones de Huanuluan, mostró a Caroline y Ramón el interior de la casa principal de la estancia. Allí vivió Mollie con sus padres. Una de sus habitaciones era el dormitorio en donde la pequeña inglesa cobijaba a sus mascotas (varios perros, una cabra, algunos guanacos, caballos y gatos) y las protegía del frío ¡metidas entre sus cobijas!


En la punta opuesta de Huanuluán se visitó el "cajón de Mairal" que pertenecia al estabelcimiento de Turconi y hoy es "Los Sauces" del Negro Díaz (en la foto) y sorprende con su paisaje escarpado.