Un plácido y caluroso atardecer en el lago Moquehue, Villa Pehuenia (arriba) y el camino cubierto de escarchilla y granizo después de una violenta tormenta ¡de verano! en el paso de Pino Hachado (abajo), contrastes del paisaje y del clima en nuestra Patagonia.
La conquista de los cielos, ese espacio infinito en donde caben todos los sueños, es el inmemorial objetivo del hombre, en sus afanes terrenales y espirituales. Cuanto más cerca está uno del cielo parece que se siente mejor. En estas vacaciones del verano 2011 mi compañera Dalia y yo (este cronista escribidor) procuramos una vez más acercarnos a ese objetivo esencial. Y logramos estar en los cielos claros y esperanzados de Villa Pehuenia (Neuquén), cruzamos el territorio amenazante de los volcanes y quedamos sorprendidos en las brumas del cielo confuso del Pacífico, en Conun Traytray Có (hoy vergonzosamente llamado Puerto Saavedra). En el viaje de vuelta nos metimos adentro de una tormenta de granizo, nieve y escarchilla, en los cielos fronterizos de Pino Hachado y por algunos segundos, envueltos en el fragor ruidoso de la pedrea y sin ninguna visibilidad, entendimos que el cielo no siempre es plácido. Impresiones del camino, en una apretada bitácora que ofrece este blog en diversos capítulos ilustrados. ¡Gracias por visitarnos! Punto final para estas anotaciones...
sábado, 5 de marzo de 2011
Un curioso museo en Carahue, Chile
La simpática ciudad chilena de Carahue, 52 kilómetros de Temuco sobre la ribera del río Imperial, ofrece una sorpresa curiosa. En una de sus avenidas se exhibe lo que califican como “el museo de máquinas a vapor más grande del mundo”, al aire libre y naturalmente con acceso gratuito pero escasa información. No se trata de locomotoras a vapor de tipo ferroviario, no: son máquinas a vapor utilizadas desde los años 70 de siglo 19 hasta casi la mitad del siglo 20, en zonas rurales, para impulsar trilladoras, sierras para madera y cualquier otro tipo de maquinaria que demandaba mucha fuerza constante. Casi todas estas máquinas fueron fabricadas en Inglaterra y se usaron en la región sur de Chile. El mérito de la comuna de Carahue es haberlas reunido en un solo lugar y mantenerlas pintadas, para que los factores climáticos no las deterioren.
Es un museo sobre la capacidad ingeniosa del hombre para producir fuerza de trabajo; y por eso lamentablemente, según la opinión del cronista, faltan referencias, alguna ilustración en gigantografía tal vez, donde la presencia protagónica de los operarios sea valorizada. Esas formidables máquinas a vapor no funcionaron solas…
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